Nope (2022) - Domesticando lo imposible

 

Hay tres elementos necesarios para descifrar qué hay detrás de Nope, Oprah Winfrey, la mentalidad positivista de hoy día y la filosofía de Lovecraft acerca de lo desconocido. Bien es cierto que la película podría inclinarse por otras interpretaciones por cómo es narrada, pero tomando estas referencias y relacionándolas es posible saber qué nos quiso decir Jordan Peele con su más reciente película.

Oprah predicaba en los 80s que uno todo lo puede, que es cuestión de mentalizarse para ello y lo conseguirás. Esta ideología positiva se propagaría y entraría en la mentalidad popular, derivando en las ideas de que no tenemos límites, de que podemos ser lo que deseemos y negar quienes somos, que los contratiempos ajenos a nosotros son nada, de que si no llegamos a la meta es nuestra culpa, y si estamos estancados en la vida es porque no buscamos progresar. Esto va enraizado con el individualismo que plaga el mundo, esa cosmovisión donde uno solo conquista la cima aunque termine despedazado psicológicamente y termine hambriento por obtener más, porque a fnal de cuentas, todo es posible. El aumento en depresión, vacíos y crisis de identidad, por nombrar algunos males, ha ido a la par con el proliferamiento de este ángulo enfermizo que por fuera se ve muy atractivo, pero que debajo del cascarón encierra un terrible virus que nos consume gradualmente, haciéndonos creer que somos felices, y que si no lo somos, hay que poner más empeño "porque sino es culpa nuestra".

Para Lovecraft, el tercer factor, hay que considerar cómo trataba a la realidad en sus historias, viviendo sus personajes cómo lo que concebían como un entorno seguro, domesticado y conocido, se va deformando hasta llegar un punto donde se rompe su percepción, son incapaces de enfrentar lo desconocido y la locura es la única salida viable.

Jordan Peele presenta en Nope a una pareja de hermanos cuyo rancho atraviesa por una crisis económica y es complicado mantenerlo a flote, esto empeora tras seis meses de la muerte del padre, quien falleció a causa de una inusual lluvia de objetos que le perforó la cara; de repente encuentran lo que se ve como una salida milagrosa a sus problemas, un aparente OVNI sobrevuela el rancho, y la obsesión por filmarlo en alta calidad y vender el metraje a los medios se vuelve prioridad en sus vidas, lo que no saben, es que están lidiando con algo que supera por mucho el entendimiento humano, y que las consecuencias de este desafío acarrea algo más que un simple avistamento.

************* Ligeros spoilers*************

El desarrollo cae en gran parte del filme en lo lovecraftiano, la humanidad intentando dominar lo que escapa su conocimiento, recurriendo a varias artimañas para someter a lo incomprensible (que va de la mano con unas escenas de un chimpance y su reacción violenta en un set de televisión), pero fracasando en esta cruzada. Sin embargo, la narrativa se transforma poco a poco, y el sabor a desesperanza se diluye. El cambio de tono propiciará desconcierto en varios espectadores, la expectativa rota dejará un sabor amargo si no se tejen los hilos con los factores previamente mencionados.

Los hermanos mencionan a menudo a Oprah como catapulta para presentar el material obtenido del supuesto OVNI, y no tan solo porque sean  afroamericanos y ella represente un referente para ellos, sino por el discurso de que el hombre no tiene límites, de que todo es posible, y de que si no puedes domesticar lo imposible, entonces la misión es otra, el propósito es que el hombre no pierda su superioridad y que lo racional "reine" por sobre todo, donde sólo los débiles aceptan el abrazo de lo imposible y la locura que tanto impera en las historias de Lovecraft.

*************Fin de spoilers*************

Se entiende que Nope sea controversial por el tratamiento que da al terror cósmico, pero cuando se ve más allá de la aparente burla del género, uno se encuentra con una crítica hacia el modo en que opera el discurso de la sociedad de hoy en día, donde todo parece definirse por la falta de límites, de que el ser humano puede ir más allá, y si no puede domesticar lo imposible, deshacerse de ello.

Vivy: Fluorite Eye’s Song (2021) - El corazón de las inteligencias artificiales

Inteligencias artificiales (IA) y robots son usados para explorar qué nos hace humanos, y Vivy: Flourite eye's song no es la excepción. Para hacerlo emplea una guerra latente, donde las IA se rebelarán contra sus creadores para imponerse como la raza superior que gobernará el mundo. Para evitar esto, un científico enviará a otra IA 100 años al pasado con los registros de los eventos que fueron paliando el camino para que se desencadene la catástrofe. La compañera elegida del pasado para cambiar la historia no será especializada en combate, sino otra IA que tiene como única finalidad hacer feliz al mundo con sus canciones, y cuyo público es prácticamente nulo en sus presentaciones.

Este dueto inusual que luchará por mejorar el destino del mundo, deberán arreglar sus diferencias, ya que Matsumoto, la IA del futuro, se rige por las reglas y los cálculos para solucionar las cosas, en tanto Vivy, la IA cantante, es impredecible, rebelde y por su programación de querer encontrar qué significa hacer las cosas de corazón, muestra un lado más humano que colisionará con las órdenes de su compañero. El propósito detrás de los eventos que modificarán, es que las IA no cobren la relevancia que gradualmente les otorgará derechos que las pongan a la misma altura que un humano, pero en el camino irán encontrando varias situaciones para reflexionar sobre esto, como si es posible una boda entre humanos e IA y si sus sentimientos pueden ir más allá de su programación, si las IA son capaces de crear arte y apreciar con otros ojos la realidad tangible, si tienen crisis existenciales al perder o no cumplir su objetivo, y si llegarían a suicidarse como consecuencia, entre otras.

En sus escasos 13 episodios, la serie desarrolla todo esto, dando saltos entre varios años de un evento a otro y mostrando cómo Vivy va atravesando estas épocas (dejando en nuestro lado completar fragmentos que ocurren fuera de cámara), sufriendo pérdidas que la harán cuestionar la vida pero la acercarán a su objetivo, conocer el corazón. Por otro lado, Matsumoto deberá desprenderse de su rigurosidad y entender que la recompensa puede venir con el riesgo. Al tener la serie estos saltos, su desarrollo no se da con una gran narrativa, sino a través de mini sagas de 2 o 3 episodios, teniendo cada una IA o humanos que se dedicarán a ayudar o complicar los objetivos de los protagonistas.

A pesar de que las IA no entran de lleno en nuestra realidad, es cierto que muchos teóricos ya consideran los dilemas éticos que traerán conforme más se aproximen al comportamiento humano, y así como ha sucedido en el pasado, la ciencia ficción se adelanta al usar estas problemáticas como parte de su narrativa. Y si no quiere verse por el lado tecnológico, otro modo de usar a las IA y robots en estas historias, Vivy incluida, es como una analogía de la otredad, es decir, personas ajenas a nuestras comunidades con comportamientos diferentes que pueden resultarnos extraños u ofensivos, tildándolos de salvajes, invasores, robots, etcétera. Como puede apreciarse, Vivy: Fluorite Eye’s Song tiene más de una capa para analizarse.

La serie fluctúa con naturalidad entre el drama y escenas de acción bien orquestadas que no retroceden en la violencia y la sangre cuando la situación o la historia lo requieren. A esto le acompaña una banda sonora espectacular que acentúa los momentos (basta con escuchar la canción del intro Sing my pleasure), un final digno de lo que nos cuenta, y una animación de alta calidad, el sello característico de estudio WIT, que una vez más entrega una joya que, aunque no ha acaparado la atención como otros animes, es sin duda una obra que vale la pena ver.