Devilman crybaby explora la naturaleza maligna del ser humano mediante una mezcla que puede alejar a quien no esté acostumbrado a animaciones extremas, pues en la primera mitad abundan los desnudos, el sexo, la violencia, y el gore hasta un punto que en ocasiones roza lo ridículo. A partir del capítulo 6 los temas maduran, yendo hacia un derrotero reflexivo donde los excesos se integran a la historia y transmiten el aura malévola que rodea a los protagonistas.
Los protagonistas son, Akira Fudo, un joven muy emocional que llora cada que alguien sufre, y su contraparte es Ryo, un amigo de la infancia que es frío y racional ante todo lo que vive. La serie inicia con ellos como niños, discutiendo en torno a un gatito que está muy enfermo y morirá inevitablemente, Akira se empeña en cuidarlo, llorando a su lado, mientras Ryo insiste en matarlo para ahorrar el sufrimiento; esta escena será de relevancia para sus personalidades y el desarrollo que tendrán ambos hasta el final, formando un círculo con la trama. De ahí, la historia avanza hasta su adolescencia, donde Ryo se reencuentra con Akira después de una larga ausencia y lo engatusa para que el demonio Amon posea su cuerpo. La aparente debilidad emocional de Akira en realidad es una fortaleza humana que le permite a su corazón dominar a Amon, convirtiéndose en un Devilman, un humano que controla al ente demoniaco y que lo usará para pelear contra otros demonios. Mientras Akira atraviesa por diferentes episodios que lo harán llorar de compasión por sus semejantes y descubrir sus límites, Ryo fraguará un plan para destapar la existencia de los demonios en el mundo, lo que traerá un caos que escalará hasta proporciones inimaginables.
Las reflexiones que Devilman crybaby lanza sobre la maldad humana son duras, mostrando las acciones de, humanos poseídos por el demonio que ceden a sus impulsos, los que dominan al lado perverso y lo integran a su vida como Akira, y finalmente quienes lo reprimen y no se atreven a actuar solos, pero que al formarse una turba resentida e iracunda, se unirán a ella para mostrar que el ser humano no necesita tener la apariencia de un diablo para dañar a otros.
Los trazos de los personajes se alejan del estilo del anime (algo propio del director Masaaki Yuasa), creando una atmósfera única que con sus dibujos desproporcionados, ángulos elegidos y la música, acentúa más los extremismos que caracterizan a la serie, viéndose más grotesco, lo que hará las delicias de los admiradores del body horror, pero provocará el disgusto del espectador convencional.
Devilman Crybaby es una adaptación de Devilman, un manga de 1972 del legendario Go Nagai (autor también de Mazinger Z y Cutie Honey por nombrar un par), que tuvo otra anime, OVAs, películas, y es una referencia e inspiración para obras importantes de la industria como Berserk y Evangelion. En esta adaptación de Netflix, se han hecho muchos cambios respecto al original, pero ha conseguido algo que las versiones anteriores carecieron, la esencia, la cual se percibe en especial cuando se llega al final de los 10 episodios y se recapitula sobre lo visto, entendiendo cómo la libertad creativa que se le permitió a Yuasa, creó una versión difícil de digerir para el público en general, pero que encaja con el duro trasfondo que presenta sobre nosotros.
Si se tolera las imágenes repulsivas, se encontrará con una obra que cuestiona varios puntos de nuestra sociedad, como la dificultad que existe para aceptar a quienes no encajan en la norma, la manipulación de los medios para demonizarlos, deshumanizarlos y rechazarlos, convirtiéndonos en un mundo que se deja llevar por las mentiras, revelando la falta de criterio para discernir y cuestionar, hambrientos de explicaciones, aunque éstas sean falsas, cayendo presa de una espiral demoniaca que nos vuelve animales agresivos e insensibles que desconocen la compasión, unos demonios, unos que olvidan que el diablo también puede llorar.
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