Si le preguntaran a la gente qué es el paraíso, las respuestas de la mayoría giraría en torno a estar en un lugar sin dolor y sufrimiento, siendo felices todo el tiempo, una visón que muy posiblemente se inclinaría por el hedonismo o variantes de éste; algo creíble considerando la época que vivimos, donde el sentido del dolor y el sufrimiento es menospreciado para dar prioridad a un utópico estado de felicidad absoluta, volviéndose una meta inalcanzable sin fundamento filosófico.
Wolf's rain trata a grandes rasgos sobre un grupo de lobos que pueden adoptar forma humana y que están buscando el paraíso. Lo interesante entra al usar el concepto del primer párrafo, levantado incógnitas en el espectador occidental, quien no parará de cuestionarse qué será ese paraíso tan anhelado por ellos, y porque si existe no hay más gente emprendiendo esta campaña por llegar ahí. Ahí entra otra cuestión de la serie, el mundo de Wolf's rain es un mundo donde los humanos son escépticos, donde los mitos y las leyendas no son más que cuentos que relatan los viejos y que ya nadie cree, es una sociedad donde esas historias ya perdieron la función de enseñar a la gente sobre sus raíces, ya no son empleadas para aleccionar sobre la vida. Esto es muy parecido a lo que vivimos en la realidad de hoy si lo meditamos, el mito ha sido desacreditado y no es más que mero entretenimiento, ya muy pocos se toman la molestia de ver más allá de lo superficial y entender qué se oculta detrás de su aura fantástica.
La situación social se acentúa más en la serie cuando se descubre que existe una ciudad que es el epítome tecnológico, donde la gente está rodeada por todo tipo de privilegios que embota sus mentes para que no piensen más allá del individualismo y materialismo, donde no hay calor corporal (u olor como dirían los lobos), empatía por ayudar a quienes estén en problemas o mucho interés por abandonar las comodidades que los privilegian por encima de la mayoría y salir de su zona de confort.
En un mundo así, los lobos, que igual forman parte de las leyendas de antaño, son considerados extintos, y hasta una amenaza para quienes todavía creen en ellos y se aferran a su vida utilitarista. Es por esto que los pocos que quedan son cazados y odiados, son una otredad que simboliza la pureza, una mácula para el humano materialista que no accederá al paraíso.
La historia empieza como algo sencillo, donde los cuatro protagonistas, Kiba, Tsume, Hige y Toboe se van reuniendo para llevar a cabo su búsqueda por el paraíso, la cual en un inicio estará movida por egoísmo y diferencias entre ellos que darán lugar a una evolución de personajes muy fluida, y que será más relevante conforme nos aproximemos al contundente final. Conforme los episodios avanzan, esa sencillez del principio serán los cimientos para elevar la trama hasta algo que abarque más variables y un corte devastador. A pesar de que hay momentos que no son explicados y dejan cierta duda respecto a qué ocurrió, esto no afecta a la historia y sí amplia el misterio detrás de un mundo que, entre líneas, tiene mucho qué ofrecer con su mitología.
La serie no se ha vuelto un clásico a pesar del mensaje que tiene, sus carismáticos y complejos personajes, el interesante juego de tomas entre cuando los protagonistas aparecen como lobos o humanos, o la puntual música de Yoko Kanno (compositora de Cowboy Bebop), y esto ha sido en gran parte por un problema de producción que los retrasó y provocó que hicieran cuatro episodios de recapitulación que enfadó a muchos, lo que ocasionó un final apresurado en el capítulo 26, dejando un sabor amargo y una historia que se sentía inconclusa. Poco más de seis meses después, la productora sacaría cuatro Ovas para terminar la serie como es debido y dar el auténtico cierre que merecía, por desgracia, el daño ya estaba hecho y cayó en el olvido.
Wolf's rain invita a pensar sobre lo que significa el paraíso, y a pesar de que su base para hacerlo es budista, la manera en que sus diálogos fueron hilvanados permite plasmar diferentes perspectivas sobre este significado, tanto para los personajes, como para el mundo. Si bien esta visión oriental puede colisionar con la predominante en occidente actualmente, no deja de lado las lecciones de ser fieles a quienes somos y contribuir a mejorar nuestra manada.