Vernos como un ente diferente es algo que nos llegará a suceder alguna vez en la vida, cuando lo reprimido emerja y rompa la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, mostrando una persona con quien no estábamos familiarizados, un otro que vive dentro de nosotros y que necesitamos integrar a nuestro ser para no estar escindidos y conflictuados. Hatching (Pahanhautoja es su título original) es una película finlandesa que abarca este tema con precisión, metiéndonos en la piel de una adolescente que transita este duro descubrimiento.
Tinja es una joven gimnasta que forma parte de una aparente familia perfecta, pero que se encuentra con varios problemas que complican su día a día; su madre la presiona para ganar una clasificatoria de gimnasia, aparte que le pide ser discreta respecto a su amante, el cual el padre parece solapar, de aquí, sus relaciones familiares se deterioran, sus concepciones de lo que está bien y mal se difuminan, y la presión no para de afectarle... El único momento donde encuentra paz, es cuando cuida de un huevo que halla en las afueras, y que crece sin parar hasta que brota del cascarón un ave malformada, que conforme más se desarrolle, le mostrará a Tinja una faceta suya que desconocía y que será difícil de aceptar.
La actuación de Tinja no está plagada de diálogos, pero sus expresiones son suficientes para guiarnos durante su travesía, su semblante ante los comportamientos transmite lo que siente, la alegría, lo que reprime, dándole validez a lo que experimenta junto al monstruoso pájaro que la acompaña (en el cual se nota una inversión considerable de efectos especiales para que se vea realista). La madre es una influencer, y esta dinámica donde muestra en sus videos una imagen de familia perfecta, es un extra que sintoniza con la crisis de Tinja, donde el público, y la gente con la que convive, la ve como una joven feliz, pero detrás de cámaras atraviesa un calvario para no derrumbarse.
Historias sobre un otro yo más salvaje que habita dentro nuestro son tan antiguas que uno podría decir que se remontan hasta Jekyll y Mr. Hyde, pero en realidad va más allá; la base histórica serían las narrativas del hombre convertido en algún animal, siendo la más popular la del hombre lobo. Esto es tan inherente a nosotros, que es difícil dejemos de ver más reformulaciones tan puntuales como Hatching (que es el primer largometraje de la directora y escritora Hanna Bergholm), que irán adaptando el tema a la era y país donde se viva, para recordarnos que no somos los únicos que nos desdoblamos, que esto es parte de nuestra esencia humana.
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